jueves, 18 de febrero de 2016

Paseos en compañía

Vamos a caminar Víctor y yo con nuestro bonachón y orondo perro, y cada vez encontramos en el recorrido terapéutico, más estropicio y fealdad.Pintadas grafiteras en las paredes y hasta en bancos de piedra, guardianes del espíritu del agua,y hasta asientos de piedra, penosamente deteriorados por pandillas destructoras de calzas caídas y greñas de poetas arruinados. Llegamos a una fuente- lavadero, con dos grifos. que manan copiosamente agua exquisita, Aquí sacian su sed caminantes y vecinos de lugares lejanos, pues normalmente los de por aquí no le dan mérito. Es lo que suele suceder, no valoramos lo nuestro,salvo excepciones, en cambio elogiamos lo que está casi inalcanzable.Una pena. otiliaseijas@gmail.com

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