El árbol azul

Durante las Navidades del año 2011, un bellísimo árbol azul llamaba la atención de propios y extraños en la compostelana plaza de Galicia, justo en un emblemático cruce de rúas. Allí se eleva un arbusto de generosas proporciones, formando un paisaje navideño realmente emotivo.
Unas estrellitas color cielo se han posado en él, como si fueran pajarillos, embelesadas por su apostura y majestad pero la más emocionada es la que se coloca en la cima y como no puede reprimir sus sentimientos se le escapan unas lágrimas ante tanta belleza deslizándose suavemente sobre sus compañeras de la parte inferior que las succionan con fruición, semejando estar sedientas.
La Plaza bulle de gentío, se mezclan los otoñales con los niños y los pacíficos con todo tipo de tribus urbanas, tan en vigencia, exhibiendo modales agresivos.
Un niño pequeño grita entusiasmado : ¡mira el árbol, papá!, ¡ mira el árbol, mamá!, y señala con su dedo índice el bellísimo regalo navideño.¿ De qué árbol hablas, " mocoso "?. pregunta un guiri peleón, ante la mirada cautelosa de los padres de la criatura.- Vd no puede verlo- dijo el padre-, solo lo contemplan los niños y los que tratamos de ser como ellos.
-¡ No te fastidia el tío vacilón este !- contestó con desparpajo el espantajo.
Y se alejó, cantando desordenadamente con los restantes emos de su tribu.
Es una estampa urbana de no hace muchas calendas. Abundan aunque no lo crean.

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