lunes, 29 de diciembre de 2008

La tarde brumosa

Una tarde nublada
reciente la invernada
del decembrino mes
percibo la lluvia y la bruma
del cristal a través.


De las aceitunas
del cercano olivar
ni una triste veo,
ovaladas y verdes
dormitan en el suelo.

A los pajarillos
tampoco percibo
ni los verderoles
ni los mirlos negros
ni los gorriones.




Me abruma,
me hunde en un pozo
tanta oscuridad,
solo el árbol navideño
de contemplar, soy capaz



Es mi aliado perfecto
sus largas ramas de abeto,
con guirnaldas adornadas,
en esta tarde brumosa
suscita gran algaraza.


Al pacífico olivo,
mi aceitunero,
demando ayuda
y él envía un mensaje
a la luz de la luna.

1 comentario:

Otilia Seijas dijo...

A mí, me gusta. ¿ Y a vd. ?

Juanjo.