martes, 8 de diciembre de 2015

Episodios curiosos

Miren que transcurrió tiempo desde que viví ese episodio!. Tuvo lugar en Tomiño,lugar apacible del Bajo Miño, en clave de paisaje y clima, donde yo me recuperé de una operación quirúrgica sin mas compañía que mi hijo más joven y una buena mujer natural de la comarca. Alrededor de aquella pequña casa rural donde permanecimos dos meses largos había otras viviendas,todas del mismo estilo pero estaban vacías, menos una en la que convalecía de un grave accidente de tráfico el dueño del complejo. El accidente le impedía poner las plantas de los pies en el suelo durante un largo período indefinido de tiempo. Una especie de secretario le llevaba los asuntos y una casera se encargaba de los cuidados de la casa más el restablecimiento del paciente. Cuando nos enteramos de que había un enfermo, a quien no visitaba nadie, mi hijo y yo decidimos dedicarle un poco de nuestro tiempo visitándolo de cuando en cuando y él lo agradeció, como es natural,y sé que nunca olvidó aquel arropamiento cariñoso de una veraneante desconocida y su joven hijo. Llegó el momento de la partida y nos despedimos efusivamente. Transcurrieron los años y con ellos se fueron borrando aquellas vivencias. Inesporadamente, una tarde, de estas que pasan sin pena ni gloria, apareció en la puerta de mi casa un hombre de pelo gris, acompañado de una mujer más joven. Se dio , a conocer y enseguida me dí cuenta de que era el paciente a quién visitábamos mihi jo y yo en las tierras tomillenses.Me buscó mucho tiempo para que le jurara a su futura esposa que entre él y yo no hubiera ningún idilio, condición sine qua non, no se celebraría la boda.Curioso. otiliaseijas@gmail.com .La Salle

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